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«Pedro Sánchez, dimisión», esa fue la consigna que resonó en las calles de Madrid este sábado cuando alrededor 3.000 personas protestaron contra la gestión del Gobierno español frente a la pandemia.

Los manifestantes usaron mascarillas y portaron la bandera de España, así como algunas banderas preconstitucionales. La indignación de los presentes también fue en contra de la crisis catalana por el desafío independentista. Al poco tiempo de comenzar la protesta, un grupo de manifestantes forcejeó con agentes de la Policía, lo que motivó la detención de un hombre de 58 años por «resistencia y desobediencia» a la autoridad, según fuentes policiales. A pesar de haber permanecido más de tres meses en estado de alarma y desplegar un masivo operativo de detección y control de los contagios, España registra más de 10.000 casos diarios, sumándose a los más de 560.000 contagios acumulados desde el inicio de la pandemia.

En esta segunda ola, con más casos pero menos graves, la atención primaria es fundamental para detectar los contagios en los primeros momentos e impedir la expansión de la enfermedad. Pero los más 13.000 centros de la atención primaria en España sufren una escasez de personal, que ya viene de lejos, a lo que se suma el agotamiento por los duros meses pasados, aunque la situación no es uniforme en todo el país, ya que la sanidad es competencia de los Gobiernos regionales y cada uno hace su propia gestión. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, hay 8.658 pacientes hospitalizados por COVID-19, 1.181 de ellos en UCI.