Hacienda contratará 1.050 interinos para salvar el IMV
Hacienda ha atendido el SOS lanzado por el ministro José Luis Escrivá para que la Seguridad Social pueda contratar a 1.050 interinos que ayuden a desatascar el cuello de botella que ha generado la avalancha de solicitudes del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y que está provocando importantes retrasos en la tramitación de los expedientes y, por ende, en los pagos. Según ha podido saber La Información por fuentes sindicales, la Administración ha dado el visto bueno a la incorporación de 1.000 interinos al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y otros 50 a la Tesorería General. De estos, alrededor de 850 serán del Cuerpo Administrativo y 200 del Cuerpo de Gestión, según se trasladó a los sindicatos CSIF, CCOO y UGT en la reunión de la Mesa Delegada celebrada el pasado miércoles, 9 de septiembre.
Como se adelantó en estas páginas, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones pidió refuerzos el pasado mes de julio ante el previsible colapso que iba a suponer la gestión del IMV, la novedosa prestación puesta en marcha un mes antes para paliar los efectos de la crisis del coronavirus sobre la población más vulnerable. En concreto, Escrivá solicitó 1.000 interinos para el INSS y 250 adicionales para la TGSS. La decisión ha estado hasta ahora en manos de la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR), dependiente del Ministerio de Hacienda, que finalmente ha resuelto en sentido positivo, aunque recortando considerablemente las contrataciones previstas para la Tesorería General (de 200 a 50).
Una vez cerrada la cifra, los responsables ministeriales tienen ahora que concretar el reparto por provincias, que se han comprometido a estudiar y comunicar a los sindicatos a la mayor brevedad. Fuentes sindicales explican que, según les ha trasladado Hacienda, el procedimiento de contratación se producirá a través de las Delegaciones del Gobierno, que se nutrirán de las bolsas de opositores o, en su defecto, de la selección a través del servicio de empleo de cada territorio. Aunque no hay previsión de calendario para la incorporación de estos nuevos efectivos, la intención es agilizar los trámites lo máximo posible para que puedan ser formados e incorporados en breve.
Estos trabajadores interinos tendrán contratos de 12 meses, prorrogables hasta 36, y el proceso de selección comenzará una vez se determine la distribución provincial. Previamente a su incorporación, serán formados para la tramitación del Ingreso Mínimo Vital, de acuerdo con las fuentes consultadas, para que se dediquen a estos expedientes «casi en exclusiva». La idea es que este millar de efectivos de refuerzo ayude a agilizar la gestión de esta prestación que se quiso acelerar para dar respuesta a la emergencia sanitaria pero que a día de hoy apenas han cobrado de oficio 85.000 hogares. En estos tres meses se han presentado 900.000 solicitudes y hasta el momento solo se han tramitado 330.000, según los datos oficiales.
Los sindicatos, que habían demandado refuerzos de efectivos ante la sobrecarga de trabajo derivada de la pandemia, valoran positivamente la contratación de estos interinos, pero consideran que esta medida solo supone un «parche» que no resuelve los problemas estructurales de la falta de personal de la Seguridad Social, así como de su avanzada edad. «El número de interinos que se va a contratar se corresponde con el de efectivos que vamos a perder en los próximos meses por jubilaciones y otras causas, con lo que las cargas de trabajo no se van a reducir sino a incrementar, ya que lo efectivos volverán a ser los mismos o menos cuando acabe el programa», advierten fuentes sindicales.
Según las previsiones de CSIF, en esos 36 meses que, como máximo, durarán los contratos de los interinos, se van a jubilar hasta 5.000 efectivos. Por este motivo, desde el sindicato lamentan que la carga de trabajo por funcionario no va a reducirse. Hay que tener en cuenta que de los 10.617 efectivos del INSS, solo tres cuartos son gestores con competencias para tramitar prestaciones. Y no hay que olvidar, además, que en paralelo al IMV los gestores tienen que seguir dando salida a otros expedientes, incluidas altas de jubilación, viudedad, orfandad, incapacidades, etc. No obstante, fuentes de CSIF sí admiten que el hecho de que haya más manos trabajando en el Ingreso Mínimo Vital permitirá resolver los expedientes en un plazo menor.
El problema de la formación
En definitiva, los sindicatos tienen muchas esperanzas puestas en ese millar de interinos, si bien recuerdan que contrataciones de este tipo en un momento de colapso como el actual pueden acabar por ralentizar los trabajos. «La tramitación del Ingreso Mínimo Vital no es sencilla, al contrario, es especialmente compleja, porque hay que hacer muchas comprobaciones y se dan incompatibilidades, de manera que vamos a perder mucho tiempo formando al nuevo personal», advierten. El propio ministro Escrivá ha reconocido el atasco en la gestión de esta ayuda, justificando que muchas solicitudes contienen errores de forma, y ha garantizado, por un lado, que se acelerará el proceso y, por otro, que se permitirá el cobro retroactivo a todo aquel que lo solicite hasta final de año.
En cualquier caso, los sindicatos de función pública consideran que la contratación de interinos anunciada no responde a una carga de trabajo coyuntural y transitoria sino que al vencimiento de la misma, «el trabajo quedará desatendido por la falta de recursos humanos». «Una situación que no puede ser remediada sino por una oferta de empleo extraordinaria de cuerpos propios de Seguridad Social que reponga los efectivos perdidos y los implemente con los necesarios para las nuevas competencias asignadas al INSS», demandan. La Administración se ha comprometido a facilitar a las organizaciones sindicales una propuesta de oferta de empleo público acorde con la nueva situación, pero de momento tendrán que tirar con un «parche».