CASEROS SOLIDARIOS: que no tenga que decidir si come o me paga
Ana, de 50 años y residente en el distrito madrileño de Vallecas, tiene un piso alquilado a una familia en la misma zona. Sin saber si sus inquilinos se habían visto o no perjudicados por los recortes que se están produciendo en muchas empresas, les llamó para decirles «que no se preocupen por el pago de este mes» si se veían afectados.