¿Salvar a otra generación perdida?
El Consejo Económico y Social (CES) ha propuesto destinar parte de las ayudas comunitarias a incentivar la contratación indefinida de menores de 25 años y blindar el plan de choque por el empleo joven, en aras de evitar un “boom” de jóvenes parados de larga duración.
Durante la clausura de la presentación del informe del CES sobre jóvenes y mercado de trabajo, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha incidido en la urgencia de abordar el “grave problema estructural” que supone el paro juvenil en España. Para la ministra, “nos encontramos en un momento crítico para establecer que las políticas activas de empleo contribuyan a configurar un sistema de relaciones laborales sanas, comprometidas con el ciclo vital, con relaciones estables y con empresas que compitan por la calidad y no degradando a través de los costes laborales”, por lo que alabó el contenido y principales conclusiones del informe elaborado por el CES.
Díaz ha remarcado también la intención de tener listos a principios de año tanto la estrategia de empleo juvenil, coordinada con las comunidades autónomas y en el seno del diálogo social, como el plan de garantía juvenil plus, con “50 medidas nuevas”.
Díaz también ha avanzado que a principios del año que viene se abordarán los nombramientos pendientes en el CES, que actualmente preside en funciones Pedro Fernández Alén.
De vuelta al informe, el CES plantea una serie de medidas para abordar la compleja situación del empleo juvenil en España.
Entre ellas, pide articular nuevos incentivos a la contratación de los jóvenes que han perdido su empleo o tienen más dificultades para encontrarlo por culpa de la pandemia, y ha planteado la elaboración de un mapa detallado que recoja todas las ayudas articuladas en apoyo al autoempleo y el emprendimiento en los distintos ámbitos territoriales.
También solicita estrechar las relaciones entre el ámbito formativo y el laboral para satisfacer las necesidades de las empresas y “evaluar adecuadamente” las políticas de empleo para jóvenes “en aras de evitar, como otro efecto negativo de una temporalidad excesiva, que el paro juvenil sea más alto de manera estructural”.
De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el desempleo entre los menores de 25 años aumentó en el tercer trimestre en 112.000 personas, lo que situó el total de desempleados entre 16 y 24 años en 622.400 personas, lo que supone una tasa de paro del 40,45%