Las excusas más curiosas utilizadas al llegar tarde al trabajo
Todos hemos llegado unos minutos tarde a una cita con un amigo, un evento o incluso al trabajo en alguna ocasión. No obstante, si ser impuntual es parte de nuestra persona y llegamos constantemente tarde, esto dará una mala imagen a las personas que nos rodean, sobre todo en el ámbito laboral, lo que puede traer consigo una serie de consecuencias como un descuento en el salario por parte de nuestro jefe o incluso el despido.
Por tanto, estas tardanzas se han convertido en hábito para muchas personas, haciendo que uno de cada cuatro trabajadores llegue tarde a su puesto al menos una vez al mes, tal y como muestran los datos de una encuesta realizada por CareerBuilder. Así, culpar al tráfico, atascos o alguna circunstancia relativa al desplazamiento se posiciona como la principal razón para justificar el retraso, ya que es utilizada por el 51% de los trabajadores. Quedarse dormido en cambio ocupa el segundo lugar, ya que tres de cada diez empleados utiliza esta excusa, mientras que el 28% culpa de su tardanza al mal tiempo. Asimismo, otra de las excusas utilizadas por dos de cada diez empleados es que estos estaban demasiado cansados para levantarse de la cama (23%), mientras que el 13% de ellos explican a sus encargadas que su tardanza se de debe a que olvidaron algo en casa y tuvieron que dar media vuelta para buscarlo.
Sin embargo, pese a que estas son las excusas más comunes que seguro en alguna ocasión habremos utilizado para justificar nuestro retraso al llegar a nuestro puesto de trabajo, existen otras justificaciones más peculiares que han utilizado los empleados:
- Hace demasiado frío para ir a trabajar.
- Tener náuseas matutinas (siendo un hombre).
- Que el café estaba demasiado caliente y el empleado no pudo salir de casa hasta que se enfrió.
- Recibir la advertencia de un astrólogo de que iba a haber un accidente de coche en una carretera importante y llegar tarde al coger todas las carreteras secundarias.
- Que el perro se comiese el horario de trabajo.
- Quedarse dormido en el aparcamiento del trabajo.
- Que las pestañas postizas de la empleada se quedaran pegadas.
- Olvidar la ubicación actual de donde desempeña su trabajo el empleado y conducir por accidente hasta donde se encontraba su antiguo puesto de trabajo.