La Seguridad Social contratará 323 empleados
La Administración de la Seguridad Social, en mínimos, se reforzará con 323 nuevas plazas que se incluyen dentro de la Oferta de Empleo Público para 2020 (OEP), según informó este lunes el Ministerio dirigido por José Luis Escrivá en un comunicado enviado a los medios. Además, en esta convocatoria hay cerca de 300 plazas más para promoción interna, tal y como consta en el Real Decreto.
Esta convocatoria ofrece la posibilidad de acceder a un puesto vinculado a las diferentes labores de la Seguridad Social, como son la gestión de pensiones y otras prestaciones como las bajas por nacimiento y cuidado de menor, afiliación de trabajadores, atención a las empresas en sus cotizaciones, reconocimiento de la cobertura sanitaria, protección social de la flota pesquera, etc.
El grueso de las 323 nuevas plazas ofertadas corresponden al cuerpo de Gestión de la Administración de la Seguridad Social, con 150 vacantes, y a los Técnicos de la Administración de la Seguridad Social, con 78 más. Asimismo, habrá 40 plazas más para auditoría y contabilidad, 20 para letrados, 10 para médicos y 7 para médicos inspectores, etc.
Además, se sumarán los empleados pertenecientes a los cuerpos generales de la Administración General del Estado y del personal laboral dentro del IV Convenio Único. En la convocatoria de 2020 la oferta de plazas en estos cuerpos supera las 2.000 para personal funcionario y las 1.200 para personal laboral.
Con estas convocatorias, que aún no se sabe cuándo verán la luz, se pretende paliar la destrucción de empleo que se está dando en la Seguridad Social, precisamente en uno de los momentos más críticos, cuando tiene que hacer frente al pago de las nóminas de nueve millones de pensionistas y sobre la que recae ahora la gestión del nuevo ingreso mínimo vital (IMV) y de nuevas prestaciones por la pandemia.
El número de efectivos se ha reducido en más de un 21%, al pasar de tener cerca de 30.500 trabajadores en 2010 a poco más de 23.900. Es decir, que ha perdido 6.553 empleos en los últimos diez años. Y todo apunta a que la sangría seguirá, puesto que se trata también de la Administración más envejecida: tres de cada cuatro trabajadores tienen más de 50 años; incluso la edad media de sus funcionarios se sitúa en los 58 años, por lo que están a las puertas de la jubilación.