La nueva fábrica de Wallbox creará 300 empleos y capacidad para producir un millón de cargadores
Wallbox, la compañía de Barcelona fabricante de puntos de recarga para coches eléctricos, que debutó en la bolsa de Nueva York el pasado mes de octubre como unicornio (un podio para las startups con valor superior a los mil millones de dólares), ha inaugurado este miércoles su tercera fábrica en la Zona Franca de Barcelona.
Una planta de 11.000 metros cuadrados, que ha supuesto una inversión de nueve millones de euros, ha generado 300 empleos y tiene capacidad para producir un millón de cargadores al año (está previsto alcanzar esta cifra en 2025). La cifra de empleo total estimada en la Zona Franca es de 500 personas.
Wallbox trepa hasta los 2.000 millones de valoración tres meses después de salir a Bolsa
Ha sido una inauguración por todo lo alto, con un séquito de autoridades propio de las grandes ocasiones, encabezado por la ministra de Industria, Reyes Maroto; el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; y las alcaldesas de Barcelona y L’Hospitalet, Ada Colau y Núria Marín. La fábrica está operativa desde finales del año pasado.
El cofundador y consejero delegado de Wallbox, Enric Asunción, ha repasado la meteórica trayectoria de la firma: sus impulsores se conocieron en una boda hace nueve años, fabricaron su primer cargador doméstico hace siete en la fábrica de Sant Andreu de la Barca, y hoy tienen otra planta en China solo para el mercado chino, la de Barcelona y en breve inaugurarán otra en la ciudad norteamericana de Austin (Texas, para vender a Estados Unidos, Canadá y México). El 90% de las ventas de la compañía se producen fuera de España. En todo el mundo la empresa tiene mil empleados y espera crecer hasta 1.800.
Asunción ha puesto en valor que la firma no solo diseña y produce la caja de los cargadores, también incluyen un sistema inteligente para optimizar la carga. El sistema informático es capaz de cargar en función de la tarifa eléctrica de cada momento y es bidireccional: puede cargar el coche, pero también usar las baterías del vehículo para almacenar energía de autoproducción si hay exceso, y devolverla a la red cuando es necesario. “No solo hacemos cargadores, adaptamos la potencia y el sistema bidireccional facilita la transición a las energías renovables, porque puede estar conectado con placas solares de la vivienda o la red eléctrica”, ha señalado y ha añadido: “Es la clave para mantener el liderazgo, no habrá compañía que no tenga políticas inteligentes”. La empresa tiene un plan para que los empleados participen en las acciones de la firma. Durante la pandemia, ha explicado, hasta un 76% de la plantilla destinó parte de su salario a participaciones. Ahora, cotizada la empresa, el plan se dirige sobre todo a los perfiles directivos.
Además de los sistemas domésticos, Wallbox comercializa desde hace unos meses el cargador de carga rápida Supernova (60 kilovatios de potencia frente a los 7-10 de las instalaciones domésticas), pensado para la vía pública o espacios privados de pública concurrencia, como los aparcamientos de centros comerciales. Carga en un tiempo de entre 20 y 40 minutos el 80% de las baterías de un coche y han comenzado a instalarlos en la ciudad de Sevilla y en países como Tailandia e Italia. El paso siguiente es el cargador Hypernova (150 kilovatios), de carga ultra rápida: 15 minutos. La empresa tiene previsto fabricarlo a finales de año con la mirada puesta “en los trayectos de larga distancia”.
Aquí os dejamos un enlace a la web de empleo de la compañía.