El paro baja por primera vez de los tres millones
Las cifras tradicionalmente cambian de apellido, pero rara vez de nombre. Y la última vez que el número de parados alteró su primer dígito fue en noviembre de 2008, desde entonces siempre estuvo por encima de los tres millones. Hasta ahora: en mayo, el paro se situó en 2.922.911 personas, el número más bajo en los últimos 14 años, gracias a que cerca de 100.000 desempleados encontraron trabajo durante el quinto mes del año. El total de afiliados a la Seguridad Social también creció en 214.000 trabajadores, y se volvió a colocar, por segundo periodo consecutivo, por encima de los 20 millones (20.232.723, exactamente), en términos sin desestacionalizar.
Ni las cicatrices de la pandemia, ni mucho menos la desorbitada subida de los precios como consecuencia de la guerra de Ucrania ―que colocó la inflación en mayo en el 8,7%―, parecen capaces de frenar el dinamismo del mercado de trabajo, que ha ido reduciendo progresivamente el número de personas sin empleo desde que comenzó el año (-200.167), ajeno a la incertidumbre del panorama internacional. Cada vez, además, con pasos más largos: la caída con respecto al cómputo de abril fue de 99.512 personas, la más alta en lo que va de año (-3,29%).
En un mes que se ha situado a rebufo de las contrataciones de Semana Santa y en el preludio de la campaña de verano, la mayoría de los contratos sellados en mayo se siguieron dando en el sector servicios (1.176.030), seguido de la agricultura (200.047), la industria (168.738) y la construcción (95.780). Que las últimas festividades cayeran en el tramo final del mes de abril (del 10 al 17) ha derivado en que los contratos que se efectuaron entonces se hayan extendido a mayo, y puedan alargarse hasta la campaña de verano, que apunta a registros récord.
Según analizó José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, esta impermeabilidad se debe a que los agentes económicos “se están tomando las perturbaciones de la guerra y de los precios energéticos como un episodio temporal y transitorio”. Una valoración a la que se sumó María Jesús Montero, ministra de Hacienda: “Después de una pandemia y de las consecuencias económicas de una guerra, que el mercado laboral tenga este comportamiento, habla bien claro de que la economía sigue creciendo, que es robusta, y que entre todos estamos logrando sostener al tejido productivo en España. Algo fundamental para el bienestar de los españoles y la economía”.
La merma del desempleo se da, inevitablemente, por el incremento del número de contratos. En mayo se firmaron 1.640.595 relaciones laborales (190.502 más que en abril), de las cuales 730.427 fueron de carácter indefinido, la cifra más elevada de la serie, y una variable que no ha parado de crecer desde la entrada en vigor de la reforma laboral. De estos contratos, 291.308 eran a tiempo completo, 264.524 fijos discontinuos y 174.595 a tiempo parcial. A pesar de la predominancia de las dos últimas modalidades, el acumulado de contratos indefinidos a jornada completa entre los meses de enero y mayo llega a los 1.156.558, un 133% más que en el mismo periodo de 2021. “Los datos de mayo nos demuestran que cantidad de empleo y calidad pueden ir de la mano”, aseguró Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo.
A pesar de que la caída del paro repercute sobre los distintos colectivos de trabajadores, son, singularmente, los jóvenes menores de 25 años quienes han alcanzado las cotas más bajas de desempleo, estableciéndose por debajo de las 200.000 personas (199.920), el nivel más bajo desde que hay registros. Por géneros, sin embargo, sigue habiendo más mujeres desempleadas que hombres (1.740.982 frente a 1.182.009), a pesar de que en el último año la reducción del desempleo ha beneficiado especialmente a las mujeres: se registran 460.489 paradas menos. “El paro está caminando en otra dirección. Queda mucho por hacer, pero las políticas públicas que estamos llevando a cabo demuestran su eficacia”, se ha felicitado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Los sindicatos han celebrado el cruce de dinámicas que está mostrando el mercado de trabajo, aunque han alertado de la disfuncionalidad que aún demuestra. “Hay que seguir trabajando en esta línea, porque todavía tenemos una tasa importante de desempleo (13,3%) y de temporalidad (24,1%). Estamos en el buen camino y la reforma laboral, sin ninguna duda, es un elemento clave para acabar con esta situación”, señalan fuentes de CC OO. UGT, en boca de su secretario general, Pepe Álvarez, ha recordado que a pesar de ser unos datos desempleo “claramente positivos”, es urgente que “se reparta la riqueza que se genera en las empresas” por medio de un aumento de los salarios que se recoja en los convenios colectivos.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), sin embargo, advierte de que la elevada tasa de paro (la más alta de la Unión Europea), “requiere mejorar y reforzar los mecanismos de transición entre el desempleo y la actividad, a través de las políticas activas de empleo y la formación a lo largo de la vida”. En la misma línea se ha posicionado la patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, que ha advertido de que “el buen dato de afiliación contrasta con la débil recuperación del PIB, y, por tanto, supone una grave pérdida de productividad”.
Rebaja generalizada
Con respecto a los datos de abril, todos los sectores productivos adelgazan sus registros en mayo. La mayor rebaja porcentual se dio en agricultura (5,92%), seguida de la construcción (4,13%), la industria (3,18%) y los servicios (3,02%). Y en cuanto al reparto territorial, las comunidades insulares son las que arrojan unos guarismos sobresalientes en reducción de desempleo en el último mes: Baleares lo recortó en un 13,63%, por delante de La Rioja (6,33%) y Extremadura (5,20%). En el podio de las afiliaciones, es de nuevo el territorio balear el que ocupa el escalón más alto, con una subida del 9,37% (48.565 más).
Según los datos facilitados por el Ministerio de Seguridad Social, mayo se cerró con un incremento de la afiliación de más de 33.000 empleos, en términos desestacionalizados (esto es, obviando el efecto estacional), siendo el decimotercer mes consecutivo al alza. Y con tanto este último añadido, el nivel de empleo, en estos mismos términos, supera ya en 539.226 trabajadores al de febrero de 2020, el último mes prepandemia.
Como con la caída del paro, el crecimiento de la afiliación se ha extendido por todos los sectores, pero ha sido principalmente la hostelería la que ha presentado un mayor aumento de la afiliación en mayo, con 83.427 nuevas afiliaciones (6,22%), por delante de la agricultura (3,46%) y las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (1,98%).
Esta recuperación de la actividad económica, fruto de la desaparición de las restricciones que la constreñían, también ha permitido que un mes más, y ya van cinco, la cifra de trabajadores autónomos, uno de los colectivos más vulnerables, se haya vuelto a incrementar hasta llegar a los 3.343.362 (10.726 más). “Con la situación que actualmente están viviendo gran parte de las empresas y autónomos, parece un milagro que continúe esta senda de crecimiento”, analizó Lorenzo Amor, presidente de Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).