El FMI prevé un descalabro para España
El FMI ha pronosticado este martes un tremendo descalabro del PIB español en 2020: caería un 8%, lo que supondría la peor bajada de toda la democracia, incluso peor que durante la posguerra o en la crisis financiera del año 2008. Así se puede ver en el informe publicado por el organismo que preside Kristalina Georgieva. Se trata de uno de los peores datos de la zona euro, aunque Italia y Grecia, por ejemplo, manejan peores previsiones. Durante la crisis económica, el peor dato fue una caída del 4% interanual en el tercer trimestre de 2009.
Ya de cara a 2021, el Producto Interior Bruto podría crecer un 4,3%, según el análisis. Eso sí, el FMI también coloca en 2020 la tasa de paro en un 20,8% (2019 se cerró con un 14,7%). El dato sería el peor desde el año 2015, cuando registró un 22,06%. En el primer año de la crisis (2009), por ejemplo, la tasa estaba en un 17,86%. En cuanto al IPC, el organismo espera una bajada de un 0,3%.
Desde la Vicepresidencia de Asuntos Económicos apuntan a una crisis «intensa» por la Covid-19, pero de duración «acotada», con un repunte desde el cuarto trimestre y una recuperación importante en 2021, y subraya que el organismo internacional sitúa a España entre los países destacados por su respuesta fiscal «fuerte y rápida».
El Gobierno resalta que está aprobando medidas en una triple dirección; una primera con el objetivo de frenar la pandemia y atender a los enfermos; otra para aprobar medidas de índole económico y social para ayudar a las personas y las empresas que sufran los efectos económicos y «no dejar a nadie atrás» y, finalmente, preparar el camino para que, cuando se puedan levantar las medidas de contención, la recuperación económica sea «lo más rápida posible».
Ya antes de conocer los datos, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, explicó que las previsiones que se estén haciendo «hay que cogerlas con pinzas» por el alto grado de incertidumbre que existe en torno a la crisis sanitaria, lo que hace que estos cálculos sean «poco precisos».
«Cualquier previsión que se haga en este momento está sometida a una incertidumbre considerable. Entiendo el interés que hay por tener cifras de la caída del PIB y del déficit público, pero los ciudadanos deben saber que cualquier cifra que demos en la actual situación está sometida a una incertidumbre considerable», sostuvo Esrivá.
«La respuesta fiscal en los países afectados ha sido rápida y considerable en muchas economías avanzadas (como Australia, Francia, Alemania, Italia, Japón, España, el Reino Unido, y los Estados Unidos)», reconoce el FMI. Muchos mercados emergentes y economías en desarrollo (como China, Indonesia, y Sudáfrica) «también han comenzado a prestar o anunciar un importante apoyo fiscal a las sectores y trabajadores», añade. En cambio, avisa de que las medidas fiscales «deberán ser ampliadas si los paros de la actividad económica son persistentes, o el repunte en la actividad es demasiado débil».
«Es una crisis como ninguna otra», ha asegurado la economista jefa del FMI, Gita Gopinath, quien ha alertado de que, a la magnitud del shock, hay que sumar la incertidumbre sobre su duración o intensidad.
«Es muy probable que la economía global experimente su peor recesión desde la Gran Depresión [de los años 30], sobrepasando la vista durante la crisis financiera global de hace una década. Se prevé que la Gran Reclusión, como se podría llamar, disminuirá el crecimiento global de forma dramática», ha agregado Gopinath.
A medida que más países se ven obligados a responder a la pandemia con una cuarentena y contención rigurosas esfuerzos como los que se han visto, por ejemplo, en China, Italia, y España, «esto implicará necesariamente una fuerte desaceleración de la actividad económica similar a la de los cierres de lugares de trabajo, restricciones de viaje y cambios de comportamiento», se sostiene en el informe.
En el caso de España, el FMI recoge que «ha ampliado el derecho a las prestaciones por desempleo y ha eximido a las empresas afectadas que mantener el empleo con cargo a las contribuciones sociales».