Amenaza de escasez de productos frescos por el coronavirus
La fruta fresca y las verduras y hortalizas pueden empezar a escasear en Europa a medida que el coronavirus interfiere en la actividad de los agricultores y en el transporte de productos, no sólo en territorio de la Unión Europea sino también en terceros países.
Aunque los supermercados en Europa aún permanecen bien surtidos, la presión se está notando entre los productores, tanto en el Viejo Continente como en África. Por ejemplo, en Kenia, que suministra judía verde y guisantes a la Unión Europea, la mitad de los trabajadores del sector han sido enviados a casa ante la incapacidad de la industria para garantizar los envíos a pesar de que la demanda europea se mantieneKenia envía bracerosa casa al no poder dar salida a los envíos de verduras por avión pese a la demanda
Lo mismo ocurre en Sudáfrica, donde se registran más de 900 casos de coronavirus y comienza un confinamiento que ha de durar 21 días. “A comienzos de esta semana las cosas se han puesto muy difíciles, hay cada vez más vuelos suspendidos”, dijo a Reuters Hans Muylaert-Gelein, director de Fruits Unlimited, compañía que exporta al Reino Unido. Incluso los cítricos, más resistentes a largos periodos de transporte que otras frutas, y que normalmente son fletados en barcos, permanecen almacenados por falta de contenedores.
Los aviones que todavía despegan van más cargados, pero los precios por kilo se han triplicado en las dos últimas semanas, según la asociación de exportadores de Kenia. En Londres, una portavoz de los populares supermercados Tesco dijo que se pedirá a los clientes que “no compren más de lo que necesitan para que haya suficiente para todos”.
Una vez en territorio europeo, el transporte se ve igualmente afectado por las restricciones en la movilidad. También se nota la escasez de trabajadores inmigrantes, que amenaza con reducir la producción en numerosos países, incluida España, la mayor exportadora de frutas y verduras de la UE.
Unos 16.000 temporeros –sobre todo mujeres– tenían que llegar a la provincia de Huelva para la recogida de la fresa, pero menos de la mitad llegaron a hacerlo antes del 12 de marzo, cuando Marruecos cerró las fronteras hasta el 20 de abril. Ni siquiera es posible ya trasladar a los temporeros en furgonetas como antes debido a las normas de distancia social. La escasez de personal afecta asimismo a las plantas empaquetadoras. En otros países europeos ocurre algo parecido con trabajadores estacionales de países como Eslovaquia, Rumanía y Polonia, que no han podido cruzar las fronteras hacia Alemania o Austria.
Mientras que en Francia se ha pedido a los desempleados que acudan al campo a cosechar, en Alemania, que suele recibir anualmente unos 286.000 temporeros, el ministro de Agricultura ha llegado a pedir a la aerolínea Lufthansa si puede transportarlos desde sus lugares de origen, en el caso de que no estén infectados por el virus.