La España que no puede dejar de trabajar
Agricultores, ganaderos, camioneros, «riders», banqueros, «gasolineros», cajeros, carniceros… son la España que sale a trabajar en tiempos de coronavirus.
Seguimos produciendo, no os va a faltar comida
Todo empieza en los pueblos. Y las ciudades son las que se lo comen. Las baldas del supermercado están llenas gracias a toda una cadena que se inicia en los agricultores, ganaderos y pescadores españoles. Sin los productores, la sociedad no sobrevive. Más aún en este estado de alarma que todo lo engulle y en el que se hace más necesario que nunca contar con un abastecimiento suficiente de alimentos. «La gente se ha dado cuenta de lo necesario que es en este momento la alimentación en el día a día.
La mayoría de ciudadanos considera cotidiano llegar a una tienda y tener de todo; ahora se percatan de que hay que llenar la despensa y reconocen el esfuerzo del sector», dice Andrés Góngora, agricultor de hortalizas de Almería. Y añade: «Asumimos nuestra responsabilidad como ciudadanos. No me considero un héroe, pero hay momentos en los que los agricultores tenemos que seguir aportando, y ahora todavía más si cabe».
En esta misma línea se pronuncia también Charo Arredondo, ganadera de vacuno de Cantabria. La leche es su producto y con voz cansada pero el vigor intacto lanza un mensaje a los consumidores: «Por nuestra parte no se va a reducir la cantidad ni la calidad de lo que producimos. Las vacas dan lo que dan, y tenemos garantizados los piensos y veterinarios. Si esto contribuye a tranquilizar a la gente, puedo decir que no tienen que preocuparse porque vamos a seguir produciendo como siempre. No os va a faltar comida».
Andrés Góngora. Esta ganadera destaca que a ella también le gustaría quedarse en casa pero tiene unas obligaciones. Además de que es consciente de que en los pueblos como en el que ella vive el coronavirus no ha llegado con la misma virulencia que a las ciudades. «No puedes pensar que la leche sale del brick, o que el melocotón sale de una lata. Tenemos una riqueza tan grande que deberíamos valorar más y esperemos que cuando pase todo esto así sea. ¿De qué te vale tener mucho dinero si no tienes buena alimentación?», resume Arredondo.
Sumado a ello, tal como destaca Góngora, ha habido ciertos cambios en la cadena de suministro por el aluvión de demanda de estas últimas semanas. Los supermercados se han visto desbordados, aunque ahora las colas parecen haberse moderado. Así, este agricultor señala que sus intermediarios y los supermercados han solicitado a los productores mayor cantidad de mercancía; incluso, que se ha solicitado adelantar pedidos que estaban previstos para dentro de varias semanas.
«Todos tenemos que arrimar el hombro. Nadie se va a quedar en su casa, aunque son momentos en los que tendremos mucho cuidado. Todos estamos comprometidos con cumplir las normas: vamos de casa a la finca y de la finca a casa», explica el agricultor. Asimismo, todo este problema de salud pública por la pandemia del coronavirus ha coincidido con las movilizaciones del campo: «Un país no se puede permitir el lujo de no tener sector agroalimentario. A veces se piensa que en un mercado globalizado las importaciones pueden resolverlo todo, y no es así. Las importaciones pueden ser un elemento que no resuelva el abastecimiento en situaciones de crisis como esta», comenta Góngora. Por lo pronto, el campo español grita alto y claro que España seguirá teniendo comida suficiente mientras esté en su mano.
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