La empresa nos hizo un ERTE pero tenemos que seguir trabajando
Algunos trabajadores han conocido el ERTE al mismo tiempo que el fraude al que sus jefes les están sometiendo: les incluyen en un ERTE, con la suspensión de su contrato o la reducción temporal de su jornada, pero les están haciendo trabajar con normalidad. «El discurso es el de que ahora son tiempos muy difíciles, que hay que arrimar el hombro, que si no va a tener que hacer algún despido…», explica Yolanda, una de las afectadas por esta práctica.
Yolanda, cuyo nombre real se omite al igual que el del resto de testimonios incluidos en este reportaje, trabaja en una pequeña consultora de comunicación, que ha aplicado un ERTE de reducción de jornada a la plantilla. Sin embargo, ella y sus compañeros tienen que trabajar con su horario habitual, de jornada completa. «Incluso ahora con el teletrabajo estás más tiempo, porque además te da a entender que ahora no tienes mucho más que hacer», denuncia la empleada.
La trabajadora va a ver disminuidos sus ingresos en este tiempo, porque solo va a recibir la prestación por desempleo (más o menos el 70% de su sueldo) por las horas en las que supuestamente está sin trabajar. No denuncia la situación ni se planta ante su jefe por temor a quedarse sin empleo en estos momentos de incertidumbre. «Al final no nos queda otra y vamos a aguantar. Esperemos que pase rápido el expediente».
Este es uno de los muchos casos de este tipo que están llegando al consultorio de Comisiones Obreras que ha puesto en marcha debido a la pandemia, explica Carlos Gutiérrez, secretario de juventud y nuevas realidades del trabajo de CCOO, que estos días está «pasando consulta». Gutiérrez explica que esta es una de las temáticas más repetidas en las consultas que reciben, además de los casos en los que los jefes obligan a sus trabajadores a coger vacaciones en estos días y los despidos de trabajadores temporales.
«Son auténticos fraudes que se aprovechan del esfuerzo del país y la sociedad para evitar los despidos. Obligan a estas personas a seguir trabajando y este trabajo que no va a ser retribuido por la empresa sino por la prestación por desempleo. Es un aprovechamiento total para intentar engordar sus cuentas», denuncia Gutiérrez, que recomienda a los afectados que denuncien los casos a través del sindicato, como «espacio de protección colectivo», aunque reconoce que no suele ser muy común que los afectados se animen a demandar.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, informó este jueves en el Congreso de que se habían notificado un total de 450.296 ERTE. Estos expedientes permiten suspender los contratos de los trabajadores o reducir sus jornadas temporalemente y durante los cuales, los empleados cobran la prestación por desempleo. Una de las medidas aprobadas para fomentar su uso durante esta emergencia ha sido eximir a las empresas del pago de las cotizaciones sociales de los trabajadores mientras dure el expediente. Las empresas con menos de 50 trabajadores no tienen que pagar nada y, a partir de esa plantilla, las compañías solo abonan el 25% de las cotizaciones. A cambio, las empresas deban mantener el empleo durante los seis meses posteriores.
Infracción muy grave con multas desde 6.251 euros
Las compañías que cometen esta práctica están incurriendo en una infracción muy grave en materia de Seguridad Social. Esta se produce «por cada uno de los trabajadores, siempre que estos hayan disfrutado fraudulentamente de las prestaciones de Seguridad Social», explica Mercedes Martínez Aso, inspectora de Trabajo y portavoz del sindicato UPIT. Las multas por esta infracción pueden ir desde los 6.251 euros hasta los 187.515 euros.
Además, estos abusos dan lugar a sanciones accesorias, como perder ayudas, bonificaciones y, en general, beneficios derivados de programas de empleo o formación profesional para el empleo, así como ser excluidos del acceso a tales ayudas por un período máximo de dos años. La inspectora Martínez Aso recomienda a los trabajadores denunciar esta situaciones ante las oficinas de empleo, para notificar que se está cobrando de manera ilegítima esta prestación de desempleo mientras sus empleadores les obligan a seguir trabajando.
Nacho Parra, abogado laboralista de la cooperativa Colectivo Ronda, también sitúa estos fraudes en los ERTE como uno de los abusos más repetidos en estos días según los casos que llegan al bufete. Sobre todo, los que obligan a los trabajadores a continuar con su jornada normal pese a aplicarles una reducción de jornada.
«En muchos casos, las empresas juegan con una trampa, una zanahoria para los trabajadores, que es complementarles la prestación por desempleo para llegar al 100% de su salario, para que no se quejen, porque ellos no tienen una pérdida retributiva», explica Parra. Así, el empleado recibe la misma retribución que siempre, pero la empresa se ahorra una parte de su salario y las cotizaciones sociales, fruto de las ayudas aprobadas por el Gobierno. Es lo que les ha sucedido a Sofía y Daniel.
Me parece una autentica SINVERGÜENZADA, estos GARRAPATAS, tienen que ser MULTADOS Y SANCIONADOS, en su máxima cuantia, después publicarlo para escarmiento de los demás. esto ni son EMPRESAS, ni EMPRESARIOS, son APROVECHATEGUIS, que tienen que ser extirpados y erradicados de esta sociedad, no se les puede permitir que mientras el GOBIERNO y LA SOCIEDAD, este haciendo malabares para que no quede nadie atrás, estos SINVERGÜENZAS se APROVECHEN Y SE LUCREN VILMENTE
Hola buenas noches,si yo trabajo 33 horas a la semana y me hacen un erte del 33% cuanto es el resto de horas que tengo que trabajar porque yo voy como si no tuviera un erte gracias