Hunosa prevé crear 200 empleos con la adaptación de La Pereda
El Consejo de Administración de Hunosa ha aprobado este miércoles el Plan de Transformación de la Central Térmica de La Pereda, abandonando el carbón como principal combustible y sustituyéndolo por la biomasa forestal, con unas modificaciones que requerirán una inversión aproximada de 41 millones de euros y que pretende mantener los 73 puestos de trabajo.
En un comunicado, la empresa pública informa de que se trata del proyecto que garantiza la supervivencia de la principal fuente de ingresos de la compañía y un gran paso en el papel que la empresa pretende asumir en la transición justa a una economía descarbonizada.
Tras el trámite de hoy, el proyecto deberá recibir la autorización del Consejo de Administración de SEPI, accionista universal de Hunosa, y pasar por el correspondiente proceso de subastas de energías renovables.
El Plan de La Pereda está alineado con las políticas energéticas que se están desarrollando a nivel español y europeo y pretende dar respuesta a un triple objetivo: asegurar la rentabilidad de la central y de Hunosa, contribuir a una economía limpia y sostenible y favorecer la vertebración de la región y comarcas afectadas.
El uso de la biomasa como combustible se enmarca en el proceso de descarbonización y la economía circular, apostando por una economía limpia, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la eficiencia energética y el impulso de la generación de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables.
Además, este proyecto tiene vocación de ayudar al necesario impulso de la gestión forestal de los bosques, una asignatura pendiente en una parte importante de los montes asturianos.
El plan también incide en la transición justa, sin dejar de lado el impacto en el empleo, considerando en particular a los puestos de trabajo afectados por el cierre de instalaciones dependientes del carbón.
El impacto socioeconómico del proyecto de la nueva Pereda es muy relevante debido tanto al mantenimiento de los empleos actuales como a la generación de nuevos puestos de trabajo, principalmente derivados de la gestión forestal y tratamiento de la biomasa.
Según el proyecto, se mantendrán los 73 empleos actuales en la planta y se estima la creación de 197 nuevos puestos de trabajo. El proyecto supone un conjunto de modificaciones técnicas en las instalaciones como la adaptación de la caldera, incorporación de una tecnología que incrementa la potencia neta de la planta con la mejora de la eficiencia del ciclo de refrigeración y un sistema de almacenamiento logístico del combustible, que requerirán una inversión aproximada de 41 millones de euros.
La transformación de La Pereda a la biomasa «es uno de los principales proyectos recogidos en el Plan de Empresa de Hunosa 2019-2027 y una pieza fundamental para garantizar la viabilidad de la empresa y todo el Grupo», destaca el presidente de la compañía, Gregorio Rabanal.
El grupo termoeléctrico de La Pereda ha sido el principal exponente de la diversificación que Hunosa decidió emprender ya en los años ochenta y se construyó a mediados de la década de los noventa.
Desde su construcción ha sido un ejemplo de central termoeléctrica con menores emisiones de gases con efecto invernadero y a ello se sumó la planta de captura de CO2, financiada por la UE y que como proyecto de I+D ha sido un éxito, informa EFE.