España no recuperará sus niveles de empleo precrisis hasta 2026
Haciendo frente a la segunda ola del Covid, pero con la esperanza de las vacunas a la vista y con el apoyo que ofrecen los Fondos de Recuperación y Resiliencia en nuestro país se empieza a hablar ya de las perspectivas económicas post Covid-19. Si bien la velocidad de recuperación dependerá de la capacidad de poder aprovechar y ejecutar estos fondos, no recuperaremos hasta por lo menos el 2024 los puestos de trabajo que han sido destruidos este año y hasta 2026 los que existían antes de la crisis del 2008-2014.
Con aumentos de la ocupación del 2% entre 2023 y 2025, no sería hasta 2026 cuando el empleo previo a la crisis financiera (2007) se habría recuperado en su totalidad, según datos de la CE, presentados por ManPower Group durante el día de hoy de forma telemática desde la Cámara de Comercio de España.
Para el año que viene se prevé un débil aumento del empleo y un mantenimiento de la tasa de paro en el 17%, según el FMI, mientras que las previsiones por parte de la OCDE son menos optimistas y apuntan en presencia de un doble choque de la pandemia a tasas de desempleo que podrían alcanzar un 24% durante el primer trimestre de 2021.
Si bien el aumento del paro ha sido «moderado», con una destrucción de alrededor de 700.000 empleos desde finales de 2019, una parte sumamente significativa del desempleo no se ve reflejada, pues «ha quedado oculta bajo los ERTEs», señala el profesor Josep Oliver, responsable del índice presentado por la multinacional de personal. Para poder poner el estado actual en el que nos encontramos en perspectiva, durante la crisis financiera la caída anual del empleo fue del 3,1%, mientras que el tercer trimestre de 2020 muestra una contracción del 3,5%, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Porque ni el virus ni las restricciones sanitarias son justas a la hora de afectar la actividad económica, hay sectores y colectivos que han absorbido esta destrucción de puestos de trabajo de forma mucho más violenta que otros, con retrocesos cercanos a los 900.000 empleos en su conjunto. Como es conocido, los sectores más golpeados en índice de ocupación desde el inicio de la pandemia han sido hostelería (-12,2%), servicios educativos (-11,7%), servicio doméstico (-8,9%), transportes (-6,6%), comercio al detalle y al por mayor (-5,0%) y actividades recreativas, culturales y deportivas (-4,8%), según los datos de EPA, y dentro de estos sectores, han sido las Pymes quienes han acumulado una contracción de un 4,5%, lo que equivale a la pérdida de 270.000 afiliados.
«Europa ha hecho los deberes»
Por tipo de contrato con lo referente al desempleo, se han visto mucho más perjudicados aquellos con contrato temporal frente a los fijos y por jornada aquellos que trabajan a tiempo parcial en lugar de a tiempo completo. Por edad, quienes más han sufrido pérdidas de afiliados y por lo tanto, absorbido el desempleo, han sido los menores de 35 años. «Frente a la contracción del -4,9% de la afiliación de los jóvenes de menos de 35 años (-233.000 afiliados menos), la reducción de aquellos con 35 y más es prácticamente nula (-26.000 en total)», señalan desde ManPower.
«Hemos superado a Grecia, somos el país con un 40% en tasa de desempleo en menores de 25 años y el total de jóvenes y desempleados hoy en día supera al millón y medio de personas», un dato «sin parangón en toda la Comunidad Europea», insiste Raúl Grijalba, presidente de ManPower Group en España.
Con respecto a las posibles soluciones o medidas tomadas para contener el impacto económico generado por la pandemia, el presidente de Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet ha señalado que «se están haciendo cosas bien», como los ERTEs y los ICOS, sin embargo, ha insistido en que deben haber medidas para apoyar a las empresas que en estos momentos se encuentran sin ingresos. Además, ha señalado la falta de contundencia en el terreno fiscal. «No puede ser, cobrar impuestos de actividades económicas cuando no hay actividad económica».
Bonet, que se ha referido a las vacunas como «la luz a final del túnel», ha catalogado como positivo el trabajo de Bruselas, «Europa ha hecho los deberes y ha puesto a nuestra disposición armas para salvarse y progresar». Se refiere al BCE, que, en su objetivo de promover liquidez, se ha mostrado dispuesto a comprar toda la deuda pública que se lance. Además, ha descrito como «una oportunidad realmente histórica» para «la transformación de la economía española» los fondos de recuperación puestos en marcha por la Unión Europea.