Enfrentamiento en el Gobierno por la subida del salario mínimo
Las discrepancias en el seno del Gobierno de coalición son ya públicas y notorias. Ya ni siquiera lo ocultan de cara a la galería, tras lo visto esta semana entre el intercambio de palabras entre Pablo Iglesias y María Jesús Montero en uno de los pasillos del Congreso. Pero no ha sido el único. Nadia Calviño, José Luis Escrivá, Pablo Iglesias y Yolanda Díaz han intercambiado pareceres divergentes en los medios de comunicación durante toda la semana. La última en hacerlo ha sido la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que ha reconocido ya sin tapujos que existen serias discrepancias en el seno del Gobierno en torno a uno de los temas estrella en el sprint final del año: la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021.
“Como en todas las materias, hay distintas opiniones y eso es bueno, no se trata de que seamos unívocos. Luego el Gobierno decidirá y lo haremos colectivamente”, ha subrayado Díaz en declaraciones a La Sexta. La ministra ha adelantado que cuenta con el beneplácito del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “que entiende la utilidad del SMI para combatir la pobreza y la desigualdad”. Díaz cree que aunque “una parte de la economía” siempre está por congelarlo o incluso rebajarlo, subirlo en la medida en que lo hizo el Gobierno socialista “no fue una catástrofe”, sino bueno para la economía y para luchar contra la desigualdad. “Las distintas voces que sobre este asunto se han escuchado en el seno del Gobierno han abierto un debate bueno y normal en un Gobierno de coalición”, y ha defendido que esto “no va por partidos políticos” y que la decisión final se tomará de forma consensuada en el Consejo de Ministros.
La titular de Trabajo también ha criticado la postura de la CEOE, que se opone al alza del salario mínimo haciendo uso de un “elemento discursivo, ideológico”, ya que se trata de un argumento que ya esgrimió hace un año, cuando “España crecía”. La ministra ha asegurado que el discurso “siempre es el mismo. Exista crisis o no, hay una parte de la economía que siempre habla de congelar o bajar el SMI”, pero que es necesario elevar el salario de los que menos ganan. Díaz ha explicado que mientras los salarios bajo convenio se van a incrementar entre un 1,5% y un 1,8%, “no tiene sentido dejar fuera a los que más lo necesitan” y se ha mostrado convencida de que el líder de la patronal, Antonio Garamendi, “no comparte que haya trabajadores pobres y los tenemos por encima del 13%”, ha apuntado.
La ministra ha reconocido que hay empresas que lo están pasando mal, pero acto seguido ha recordado que el Gobierno ha puesto en marcha medidas para salvar a medio millón de empresas, que se están beneficiando de exoneraciones de cuotas que incluso llegan al 100%, mientras los salarios asociados a los ERTE suponen el 70% del que se percibía. Díaz, que ha vuelto a pedir a la CEOE “empatía con su pueblo” para que acepte la subida del SMI, también ha considerado “falaz” el discurso de la patronal para oponerse a esta medida, pues no se está hablando de subir el SMI a los trabajadores con convenio colectivo, como los de la hostelería, sino precisamente a quienes no lo tienen.
Díaz ha aprovechado además para exponer de nuevo los argumentos que justificarían una subida del SMI el año próximo: suben las pensiones y los sueldos de los funcionarios (0,9%), el salario medio pactado en convenio (una media de entre el 1,5% y el 1,8%) y el SMI en todos los países que lo tienen, y todo ello pese a la pandemia. Por ello, ha reiterado que “no tendría sentido” y no sería coherente dejar fuera de estas subidas precisamente a los trabajadores más débiles, los que cobran el SMI, que además verían recortado su poder adquisitivo si esta renta no se actualiza, pues la inflación prevista para 2021 es del 0,9%.