Empieza la acabose para la creación de empleo
Hay 7.366 cotizantes menos y 3.230 desempleados más que en junio, un retroceso que el Gobierno achaca a que parte de las contrataciones se adelantaron a junio y al fin de los contratos a profesores tras el curso escolar. Imagino que el gobierno no ha tenido en cuenta que estamos en plana temporada de turismo en España con récords absolutos de ocupación y gastos por persona.
Son datos muy desalentadores que parecen empiezan a entrever lo que nos puede venir a partir de septiembre y con el final de la temporada estival.
El Gobierno estima que el empleo no es inmune a la incertidumbre global, la elevada inflación y los problemas en las cadenas de suministro. “El mercado de trabajo no puede permanecer blindado frente al contexto económico internacional”, ha reconocido el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
Aunque ven más motivos. Postulan que detrás del potente mes de junio para el mercado laboral se pueda deber a un adelanto a los contrataciones que habitualmente se hacen en Julio con la llevada de la temporada estival, turismo y vacaciones.
La clave, sin embargo, la encuentran en el sector educativo. Los afiliados en ese campo cayeron en julio en 115.528 trabajadores debido a que al terminar el curso escolar dejaron las aulas miles de profesores.
Lo cierto es que la economía española no es ajena al vaivén económico mundial. Los expertos llevan avisando varias semanas sobre la «tormenta perfecta» que conforman los confinamientos en China por los últimos brotes de Covid-19, los problemas energéticos surgidos por la guerra en Ucrania, la inflación disparada en los países avanzados y la subida de tipos que puede ahogar el consumo y provocar una recesión en su cruzada por controlar la subida de precios.
«Las empresas españolas se enfrentan a una situación solamente vista después de la segunda guerra mundial», explica Jordi Damià, profesor de estrategia en EADA Business School y CEO de Setesca. «Todos los factores que se están dado en el contexto actual pueden provocar una pérdida de confianza de los consumidores y todo ello impactará en las empresas europeas. Además la inflación subirá más, ya que las consecuencias de las medidas que se están tomando ahora, no se notarán hasta dentro de varios meses».