El incumplimiento en el uso de la mascarilla es causa de despido en Berlín
Alemania espera un duro otoño de contagios y la administración está aumentando las restricciones. Una de las más llamativas nuevas medidas es la obligación del uso de mascarilla en las oficinas y puestos de trabajo, que hasta ahora decidían las empresas en cada caso.
Aunque en España pueda resultar difícil de creer, la mayor parte de los cajeros de supermercado de la capital alemana, por ejemplo, no han estado llevando mascarilla hasta ahora durante su jornada laboral. Con esta nueva normativa, sin embargo, pasa a ser obligatorio. Y junto a la norma llega la sanción. El Senado de Berlín establece que el incumplimiento en el uso preceptivo de la mascarilla es a partir de ahora motivo de despido.
La mascarilla pasa a ser imperativa en edificios de oficinas y de la administración. Al entrar y salir del edificio, así como en los pasillos y en las salas de fotocopiadoras y cocinas. Eventualmente, en despachos individuales, puede ser excepcionalmente apartada mientras el trabajador se encuentre en su escritorio. El empleador también debe cumplir con los requisitos de presentar un concepto de higiene adecuado, que luego debe implementar, además de garantizar que todos los empleados estén protegidos de los riesgos para su salud. Hay excepciones, de manera que el empleador no podrá exigir el uso de mascarilla durante una actividad al aire libre y con distancias suficientes, pero el empleado debe cumplir las normas de la empresa y, si se niega reiteradamente, será motivo de despido.
«Al final será un tribunal el que decida hasta dónde llega el derecho de la empresa, pero como regla general el uso de mascarilla pasa a ser legalmente contemplado como medida necesaria y los empleados que no deseen llevarla deberán ser muy cuidadosos al argumentar los motivos. Seguramente la jurisprudencia irá estableciendo condiciones o excepciones, pero de momento una empresa puede despedir al empleado que, sencillamente, se niega a llevarla correctamente puesta», explica la abogada laboralista Nicole Mutschke.
Para los trabajadores berlineses se trata de una exigencia de alto grado, dado que en Alemania el uso de la mascarilla no es obligatorio en la calle y muchos trabajadores alegan que resulta perjudicial su uso sistemático durante largas jornadas laborales. «Si el empleado no sigue la instrucción válida, esto puede tener ahora consecuencias significativas. En primer lugar la amenaza de una advertencia y, en el peor de los casos, incluso el despido», insiste Mutschke. Motivos de salud, como problemas respiratorios, pueden llevar a que alunas personas queden exentas, pero cada caso deberá ser discutido con la empresa y, en «última instancia», decidiría un juzgado. «Pero estamos entrando en un nuevo territorio legal, porque si un empleado alega que por motivos de salud no puede cumplir con las condiciones de ese trabajo, eso puede llegar a ser también motivo de finalización del contrato», añade la experta.
Alemania acaba de limitar también el aforo en fiestas familiares, que según la estadística suponen un foco de rebrotes. Los Bundesländer que registren 35 nuevos casos por cada 100.000 habitantes deberán restringir el número de participantes en estas reuniones a 25 si se celebran al aire libre y a 10 si tienen lugar en casa. En el caso de fiestas o reuniones extrafamiliares, el aforo será de 50.
Otro de los focos de contagios son los viajes al extranjero, de manera que el gobierno alemán acaba de modificar también sus recomendaciones, que ya no se realizan por países sino de forma más precisa: pro regiones. Los únicos países de la UE cuyo territorio sigue considerado al completo zona de riesgo son España, Bélgica, Luxemburgo y Chequia. El gobierno desaconseja viajar a una zona de riesgo a no ser que sea estrictamente necesario y el viajero que decida emprender el viaje lo hará asumiendo personalmente las consecuencias. A su vuelta deberá guardar una cuarentena obligatoria y someterse a un test en el quito días. Solo un resultado negativo terminará con la cuarentena, durante la que no podrá alegarse baja laboral. El afectado que en esos días debiera acudir a su puesto de trabajo, deberá superar la cuarentena en modalidad de vacaciones sin sueldo.
La canciller Merkel ha hecho un llamamiento a los ciudadanos a cumplir responsablemente con la normativa de protección y ha pedido prolongar el esfuerzo durante los próximos meses. «Hay ue hacer todo lo posible para evitar el confinamiento», ha dicho, insistiendo en que la prioridad es mantener abiertos colegios y guarderías. «Recuperaremos nuestras vidas, volveremos a ir de vacaciones a nuestros destinos favoritos, volveremos a ir al teatro en familias, prescindiremos de la mascarilla, pero no será a lo largo de todo este curso», ha dicho ante el pleno del Bundestag.
El número de infectados en Alemania se acerca ya a los 300.000. En las últimas 24 horas se han producido 2.503 casos y, desde el inicio de la pandemia, han muerto en este país 9.500 personas a causa del coronavirus.