El Gobierno sube las cuotas a los autónomos pese a pérdidas de 60.000 millones de facturación
Se avecina un desastre para los autónomos. Y el Gobierno ha vuelto a demostrar su insensibilidad volviendo a subir las cuotas en plena segunda ola. Es verdad que se aprobó en 2018, pero la situación económica y financiera ha cambiado radicalmente -de crecer un 3% en aquel momento a caer más de un 12% ahora- e igual que se han cambiado otras cosas se podría haber hecho con esto para ayudar a uno de los colectivos más afectados por esta crisis”. De esta forma tan elocuente el presidente de ATA, Lorenzo Amor, lanzó un llamada de auxilio al Gobierno ante la “crítica situación” que viven cientos de miles de autónomos.
Entre 5 y 20 euros ha incrementado la cuota la Seguridad Social a la mayoría de autónomos –en algunos casos ha sido más– correspondientes a la subida pactada en 2020 y aplazada por la pandemia, y el primer plazo de los incrementos mensuales pendientes que con carácter retroactivo deben ahora abonarse, que supondrán entre 25 y 108 euros más, según la base de cotización. El Ministerio aún no ha decidido cómo se hará, pero este mes se ha pasado el cargo adicional de septiembre, el primero de los meses que fueron aplazados.
Según datos de esta asociación, recogidos en el VIII Barómetro de Situación de los Autónomos, realizado este mes, los casi 3,5 millones de autónomos han perdido desde el pasado mes de marzo, cuando comenzaron las restricciones y los confinamientos, más de 60.000 millones de facturación.
En concreto, casi el 30% -lo que significaría más de un millón de trabajadores- reconoce haber perdido ingresos por valor de 30.000 euros, con una caída centrada sobre todo en los sectores más castigados por la pandemia: hostelería, turismo, eventos, ocio -ya sea ocio infantil o nocturno, cultura y comercio.
Por ello, Amor ve “urgente” que se establezca “desde ya” un plan de emergencia que prorrogue las ayudas existentes hasta el 31 de mayo de 2021, “facilite la liquidez e impulse el consumo y la demanda” con el fin de amortiguar la caída de la actividad y evitar el cierre de empresas y autónomos y por ende la destrucción de empleo.
El estudio reconoce que tres de cada cuatro autónomos tienen algún tipo de restricciones en su negocio. De hecho, el 19,3% de los encuestados (620.000) ha apuntado que en estos momentos tiene sus negocios o actividades cerradas. Además, el 4,1% asegura que su negocio lleva cerrado desde el mes de marzo. El 56,6% de los autónomos cree que su facturación se reducirá este año, con un descenso superior al 60% en comparación con hace un año, mientras que sólo el 2,6% dice que a finales de este año habrá facturado más que en 2019.
En comparación con 2019, casi el 85% de los encuestados ha subrayado que su facturación se ha visto reducida respecto al año anterior y que la caída ha sido superior al 60%, mientras que un 9,7% se ha mantenido y solo un 3,2% la ha mejorado. De ellos, un 6,4% apunta que no está ingresando nada y 1,7 millones de autónomos afirman que sus ingresos han caído más de un 60%.
Otro de los grandes problemas que acucian a los autónomos es la morosidad, ya sea por parte de las Administraciones o de empresas privadas. Según esta encuesta, el 34,3% afirma sufrirla; el 4,9% la sufre por parte de las entidades públicas; el 17,7% por parte de las privadas y el 11,7%, por parte de ambas entidades (pública y privada).
Preguntados sobre las medidas tomadas para hacer frente al impacto de la pandemia, ATA ha constatado que unos 500.000 trabajadores por cuenta propia han solicitado el cese de actividad desde el 1 de octubre (16,4%). También, casi el 74% de los encuestados ha remarcado que es imprescindible mantener y extender el cese de actividad, tanto ordinario como extraordinario, para poder seguir con su negocio. El 42,8% ha tenido que recurrir a algún tipo de financiación, ya sea a través de las líneas de crédito ICO o a través de una entidad privada.
Por otra parte, los autónomos societarios -los que tienen trabajadores a su cargo- reconocen que la posibilidad de aplicar los ERTE les ha servido para paliar la crisis. El 44,8% de ellos han solicitado un expediente de regulación temporal o tiene previsto hacerlo para poder continuar con su actividad. De estos, el 23% apunta que ha realizado un ERTE a toda su plantilla. El 38% mantienen al 100% de su plantilla, frente al 14,4% que ha tenido que despedir a algún trabajador. Y de los 1,5 millones de autónomos con trabajadores a su cargo, unos 200.000 han tenido que realizar algún tipo de despido y el 66,6% de los encuestados duda que pueda mantener a todos sus empleados durante seis meses tras sacar al primer trabajador para su reincorporación del ERTE.
En este sentido, el 35,7% destaca que si tuviera que hacer frente a un despido, “no tendría liquidez suficiente” para hacer frente al mismo, por lo que el 77% ha dejado claro que es fundamental que continúen los expedientes de regulación temporal de empleo para poder dar continuidad a sus negocios. El 49,6% de los autónomos cree que mantendrá a toda su plantilla, frente a un 29,2% que piensa que tendrá que disminuirla -450.000 autónomos del total-. Tan solo un 1,6% cree que tendrá que contratar y un 19,6% no sabe qué va a pasar “dada la incertidumbre actual”.
El Barómetro también ha requerido la opinión del colectivo sobre su valoración a la actuación del Gobierno, y los autónomos suspenden la mayoría de medidas puestas en marcha y reclaman que “se reduzcan las trabas administrativas”, que existan “ayudas para el reemprendimiento” o que se pongan en marchas “campañas específicas de fomento del consumo en comercios de proximidad”. Lo que más valoran es la reducción de la cotización a la Seguridad Social ligada a la caída de actividad en un mínimo del 50%, pero también ven bien que se puedan obtener reducciones fiscales o que se restablezca el cese de actividad extraordinario para paliar las consecuencias económicas donde se declaren nuevos brotes.
Preguntados sobre cuánto tardará la economía en recuperarse, el 66,5% prevé que lo haga en más de dos años y solo un 4,1% piensa que remontará en seis meses. “2020 ha sido un año horrible para miles de autónomos que han tenido que reducir sus plantillas, tener pérdidas de las cuales no saben si se va a recuperar y en ocasiones tener que echar el cierre en la ruina más absoluta”, ha resaltado Amor, que recuerda que uno de cada diez autónomos -unos 300.000- cree que va a tener que cerrar su negocio. Además, aunque un 88,4% piensa que seguirá con su actividad, más de la mitad de estos (56,2%) no sabe si podrá seguir a medio plazo.