El Gobierno eleva la cifra de paro oficial a los 3,8 millones
La cifras de desempleo oficial y de destrucción de empleo son muy duras, y muestran el impacto de la crisis del coronavirus. Pero no muestran de todo la realidad porque excluye, por ejemplo, a los que están inmersos en un ERTE o cobran una prestación por cese de actividad del SEPE.
El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo, el antiguo Inem, se disparó en 282.891 desempleados en abril (un 8% más), su mayor repunte en un mes de abril de toda la serie histórica, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Economía Social publicados este martes.
Sin embargo, esta es la cifra oficial, ya que el dato real, el de beneficiarios de prestaciones por desempleo, se situó en 5.197.451 personas en abril, por lo que el paro real ya habría alcanzado ampliamente la temida cota de los cinco millones. De hecho, habitualmente el número de parados es muy superior al de perceptores de prestaciones pero en esta crisis, según los datos oficiales, está ocurriendo todo lo contrario.
El volumen total de parados alcanzó al finalizar abril la cifra de 3.831.203 desempleados, la más alta del registro desde mayo de 2016.
Trabajo ha apuntado que en las últimas semanas de abril el paro fue moderando su ritmo de crecimiento, después de subir con «especial intensidad» durante la Semana Santa.
El problema es que abril suele ser un buen mes para el mercado laboral y en este caso ha sido nefasto. Además, el INE ya apuntaba cuando publicó las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), que es una estadística más fiable, que muchos parados habían pasado a estar inactivos ya en marzo, lo que indica que esto mismo podría haber pasado en abril como consecuencia del confinamiento.
La subida del desempleo en abril es inferior a la que se registró en marzo, cuando el paro subió en más de 302.000 personas, registrando su mayor ascenso en cualquier mes de toda la serie histórica, ha justificado el Gobierno. No obstante, la subida de abril de este año es la más alta registrada nunca en este mes dentro la serie histórica. Supera en más de 243.000 personas el que hasta ahora era el mayor repunte: el de abril de 2009, cuando en plena crisis económica el desempleo subió en casi 40.000 personas.
No hay que olvidar que el dato de paro de abril, al igual que ocurrió en marzo, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados. Tampoco a los autónomos perceptores de ayudas.
Abril suele ser un mes de descenso del desempleo. En toda la serie, iniciada en 1996, sólo se han registrado aumentos del paro en los meses de abril de 2008 y 2009, en plena crisis económica, con alzas de 37.542 y 39.478 desempleados, respectivamente. Ascensos muy inferiores al que se ha producido en la crisis del coronavirus. En realidad, en abril de 2020 el empleo ha crecido siete veces más que en 2009.
En términos desestacionalizados, el paro subió en abril en 370.173 personas, mientras que en el último año el desempleo acumula un aumento de 667.637 personas (+21,1%).
Trabajo destaca que la cifra de beneficiarios de prestaciones por desempleo se situó en 5.197.451 personas en abril, lo que se supone un 136,5% más que en abril de 2019 y un nuevo récord histórico de prestaciones abonadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Según el Ministerio, el SEPE ha reconocido la práctica totalidad de prestaciones por ERTE durante el mes de abril.
Destrucción de empleo
La Seguridad Social cerró el mes de abril con un descenso de 49.074 afiliados, hasta situarse el número total de ocupados en 18.396.362, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicados este martes. Este es el dato con el cerró el sistema a último día de mes y el que mejor refleja el impacto de la pandemia del coronavirus en la afiliación. Esta reducción es muy inferior a la que se registró en marzo, cuando la ocupación cayó en casi 834.000 personas.
El Departamento que dirige José Luis Escrivá subraya que este comportamiento supone una «cierta estabilización» del empleo. En realidad, si se analiza el efecto de la pandemia del coronavirus desde mediados de marzo, cuando se declaró el estado de alarma, hasta finales de abril, la pérdida de afiliados al sistema alcanza los 947.896 ocupados.