El coronavirus golpea a la pesca, la agricultura y la ganadería
Los sectores agrario, pesquero y ganadero, están sufriendo los efectos económicos del coronavirus. Y ello pese a encontrarse en un período de bastante actividad en general, a diferencia de otros sectores paralizados como la hostelería o la restauración.
Y es precisamente este problema, el cierre de los hoteles, bares y restaurantes debido al estado de alarma para contener la pandemia, lo que más está castigando a los agricultores, ganaderos y pescadores. Gran parte de las ventas de cordero, cerdo, mariscos, pescados o el vino, por ejemplo, van destinados a restaurantes.
“Todos los sectores encaminados al canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías), están siendo víctimas de una caída de ventas drásticas. La restauración es la salida para muchos pequeños productores, y ahora esa vía se les ha cerrado. Por ejemplo, la gente no se suele comprar un cochinillo para hacérselo en casa, lo normal es que lo pida en un restaurante», asegura.
El drama del cordero y problemas para el cerdo
Antonio Punzano, responsable de COAG en el sector ovino-caprino, alerta a este diario: “Estamos fatal, el cordero es perecedero, hay que sacrificarlos cuando tienen exceso de peso. Habría que sacrificar a miles. Hemos pedido almacenamiento privado y congelación, pero tampoco tiene mucho sentido porque luego nos hará competencia a nosotros mismos. Es un problema muy serio».
Como posibles soluciones, el dirigente de COAG reclama: «Medidas de promoción urgentes, necesitamos introducir el cordero en hospitales, el Ejército y las cárceles mediante una compra masiva desde la Administración y que los españoles nos ayuden comprando más en casa».
Desde Asaja Córdoba coinciden y denuncian situaciones “dramáticas por la imposibilidad de dar salida a animales hacia mataderos” por el cierre de restaurantes.
Ricardo Bayo (UPA) denuncia que «a pastores de Valencia y Castellón les están ofreciendo 30 euros por sus corderos, cuando normalmente se los compran a 50». En cuanto al porcino ibérico, agrega, «en Castilla León se están queriendo adquirir a menos de 40 céntimos del precio de lonja. Una situación injustificable, teniendo además en cuenta, que esa carne se podrá consumir cuando esté curada, y haya pasado mucho tiempo”.
Luis González, presidente de Aice, industria del sector de la carne en Huelva, ha denunciado una «importante caída» de las ventas de cerdo ibérico y sus derivados, ya que forman parte fundamental de la oferta gastronómica de restaurantes y hoteles. Con el cierre obligatorio hubo anulaciones de pedidos y anuncios de retrasos en los cobros.
Lo mismo que ocurre con el cordero o el cerdo pasa con el vino, que se consume mucho en restaurantes y bares y ahora están cerrados, explica Ricardo Bayo (UPA). «Las grandes bodegas siguen bien de momento, pero las pequeñas, están teniendo graves problemas. Estas también vendían sus productos a bares y restaurantes y ahora no tienen canal de distribución. Además, si acaban teniendo un gran estocaje de vino, en la próxima campaña de la uva, se encontrarán con que los precios de la compra bajarán, y no habrá forma de romper este círculo negativo”, recalca el dirigente de UPA.
El cierre de fronteras y el confinamiento en otros países del entorno europeo, como Alemania, Francia o Gran Bretaña, está causando caída de ventas de alimentos como la fresa. La Interprofesional de la Fresa y Frutos Rojos Andaluza (Interfresa) informan de una caída de la demanda de fresa de entre un 40 y un 60% de media, en gran parte por el hundimiento de la exportación.
Frutas de hueso y otras: se necesitan más de 100.000 temporeros
Además, el sector se enfrenta a un serio problema de falta de mano de obra, se necesitan entre 100.000 y 150.000 temporeros, por el cierre de fronteras. Frutas de hueso como las cerezas, la nectarina, el melocotón, el albaricoque o el paraguayo necesitan trabajadores para su recolección. También la fresa o la frambuesa.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, trabaja en un plan para que trabajadores parados españoles puedan ser contratados en la agricultura para suplir la falta de temporeros (la mayoría procedentes habitualmente de Marruecos o Rumanía), igual que se está haciendo en Francia, y evitar que se ponga en riesgo la campaña de fruta de temporada.
Planas, además, ha animado a la ciudadanía a consumir en sus hogares productos como el pescado fresco, leche de cabra y de oveja, o el cordero, consciente de las graves dificultades económicas que están atravesando estos sectores.
Drástica caída de demanda de espárragos verdes, alcachofas…
Operadores de espárrago verde se han visto obligados a detener o reducir la recolección debido a la incidencia del coronavirus, que ha supuesto una reducción de pedidos del 80% en el mercado nacional. Lo mismo está ocurriendo con el espárrago que se destina a países como Alemania, Francia, Holanda o Reino Unido, cuya demanda se ha desplomado.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alerta de que los productores de hortalizas como alcachofas, chufas y verduras orientales atraviesan problemas de comercialización debido a la «drástica caída de la demanda derivada del cierre de la restauración y el turismo».
Otro problema es la caída de precios. Ricardo Bayo (UPA) denuncia que “desde Almería nos están informando de que se han detectado casos tan deleznables como intentos de compras de pepinos a 10 céntimos el kg cuando en los supermercados se venden casi a dos euros».
La leche, también con problemas
Los productores de leche tampoco se libran de la especulación, según denuncia Ricardo Bayo, secretario de organización de UPA Comunidad Valenciana.
Productores de leche se están quedando con la producción en casa porque los representantes de las industrias ni siquiera pasan a recogerla
«Algunos se están quedando con la producción en casa, porque los representantes de las industrias ni siquiera pasan a recogerla. El argumento que les dan es tan poco creíble como que ahora por el coronavirus, la población bebe menos leche. La realidad es que están exportando este producto de Francia y otros países a un precio muy bajo. Nosotros en la Comunidad estamos notándolo con los productores de leche de oveja”, denuncia Bayo.
Lonjas pesqueras cerradas y buques amarrados
El coronavirus también está golpeando fuerte al sector pesquero. La actividad de la flota española se ha reducido y hay un fuerte incremento del número buques amarrados a puerto y de lonjas pesqueras cerradas, principalmente en el mar Mediterráneo. En el Cantábrico y Atlántico, la pesca continúa con dificultad.
El ministro Planas ha cifrado en una «reducción de la producción de un 30%» en el caladero nacional, aunque la paralización del sector asciende «a un 90%» en el caso del Mediterráneo, donde mucha venta iba destinada a restaurantes y hoteles costeros.
Armadores y cofradías alertan de una fuerte caída de los precios del pescado, que se ha acentuado en los últimos días. También han parado los mariscadores de Galicia.