32.000 empleos menos en las líneas aéreas American y United
American Airlines Group Inc. y United Airlines Holdings Inc. comenzarán a despedir a miles de empleados según lo previsto inicialmente, en contra de un llamamiento del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, mientras este negocia con el Congreso la ampliación del apoyo a la nómina para las aerolíneas estadounidenses.
Ambas aerolíneas se han comprometido a dar marcha atrás a los recortes si el Gobierno acepta proporcionar ayuda adicional en los próximos días, según las circulares a los trabajadores emitidas el miércoles. American va a cesar a 19.000 empleados, mientras que United despedirá a unos 13.000.
La decisión de seguir adelante con los recortes de empleos intensifica la presión a Mnuchin y la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, mientras regatean por un proyecto de ley de ayuda económica de US$2,2 billones respaldado por los demócratas. El plan incluye US$25.000 millones en ayudas a la nómina para aerolíneas, que se enfrentan a un colapso sin precedentes en la demanda de viajes causada por la pandemia de coronavirus.
“Lamento mucho que hayamos llegado a esta situación”, señaló el máximo ejecutivo de American Airlines, Doug Parker, en una carta a los empleados. “No es lo que se merecen”.
El secretario del Tesoro instó a las aerolíneas el miércoles a retrasar los despidos que comenzarían cuando una ronda anterior de ayuda a las nóminas de US$25.000 millones expiren al final del día. Los líderes de la Cámara aplazaron una votación sobre el plan de estímulo para dar a Pelosi más tiempo para llegar a un acuerdo con Mnuchin.
United dijo que había dejado en claro al Gobierno de Trump, al Congreso y a los sindicatos que “podría dar marcha atrás al proceso” si se amplía la ayuda. Pero el resultado es incierto.
Los despidos se suman a las pérdidas de empleos que ya alcanzan 150.000 en las cuatro mayores aerolíneas del país, en base a empleados que se han marchado voluntariamente o se han tomado un permiso temporal. Las aerolíneas ya han reducido el salario de los ejecutivos, han recortado horarios y cesado los vuelos, a medida que la demanda interna languidece, a aproximadamente el 30% de los niveles del año anterior. Los viajes internacionales siguen muy por debajo de ese umbral.